Zuliano es uno de los decanos de la Universidad de Oregón
El zuliano que hoy deslumbra desde la Universidad de Oregón en Estados Unidos también es el codirector de ‘Latin American Communication Monitor’.
Juan Carlos Molleda es su nombre, y al igual que una gran parte de la población venezolana traspasó la frontera años atrás en busca de una nueva oportunidad y la consiguió. Y es que hoy, su nombre y su cargo están tallados en una de las puertas de la Escuela de Periodismo y Comunicación de la Universidad de Oregón, Estados Unidos.
Su idiosincrasia y gentilicio son más que una ciudad en un documento de identidad, en él, hay historias de retos, de sobrevivencia, de cambios, de muchos propósitos y sobre todo de un intachable profesionalismo.
“Soy maracucho y venezolano americano orgulloso de sus raíces. Me gradué dos años después de cuando debí haberme graduado debido a los paros que eran rutinarios en ese momento, pero ya trabajaba antes de ello”, son las primeras palabras de este zuliano al indagar sobre su vida.
Se graduó en la Universidad del Zulia en la carrera de Comunicación Social mención Periodismo Audiovisual en 1990. Lo logró en medio de las fortalezas y también debilidades de LUZ, y es que los paros del Alma Mater zuliana no se han disipado de la historia. Su camino continuó y en Estados Unidos recibió admisión para estudiar la maestría en Radford University y después el doctorado en la Universidad de Carolina del Sur.
Vivió en Maracaibo hasta los 29 años mientras tenía la oportunidad de recorrer el país por su primer trabajo en el que escaló hasta Gerente de Gestión de Comunicación y Relaciones Públicas del grupo financiero del extinto Banco Maracaibo.
Para Juan Carlos, como para muchos, los comienzos no fueron fáciles. Encendió miles de velas para iluminar las páginas de cuadernos y libros centenares de veces, de noches y también madrugadas. Al día siguiente, un olor a café le despertaba para iniciar un día más en su jornada de trabajo.
“Trabajé para el Banco Maracaibo desde 1983 justo después de graduarme de bachillerato. LUZ estaba en paro por lo que comencé a estudiar de noche y trabajar de día a tiempo completo. A finales de los 80’s trabajé a la par del Grupo Banco Maracaibo en Radio Fe y Alegría, en un programa al mediodía con tintas de noticias y música. En el grupo financiero trabajé en comunicaciones internas, luego externas, fui gerente de Relaciones Públicas y luego Gerente de Publicidad y Promoción”, dijo.
A finales de la década de los 80’s, en la ya álgida Venezuela, comenzó a estudiar inglés y viaja a los Estados Unidos a visitar a sus familiares, con un deseo en el corazón, que no era más conseguir oportunidades de hacer una maestría en Comunicación Corporativa.
“Mi decisión fue desembocada en el momento en el que fui despedido del grupo financiero por desacuerdos con el presidente, y esa puerta que se cerró abrió otras llenas de éxito. Me fui tres meses a Estados Unidos. Fui a Caracas a trabajar como gerente de mercadeo de un estudio de Diseño Digital, logré grandes clientes corporativos, pero al principio los contratos y trabajos tardan para ser pagados. No tenía ahorros porque quedaron congelados en bancos intervenidos por el Gobierno. Y empecé a comunicarme con una de las universidades de acá en búsqueda de una admisión”, agregó Molleda.
De la Universidad del Zulia a la Universidad de Oregón
Juan Carlos recibió su admisión para estudiar la maestría en Radford University y después el doctorado en la Universidad de Carolina del Sur. Desde entonces sus metas más cercanas estaban a corta distancia. Pues, luego de 16 años la Universidad de Florida, donde fue nombrado como profesor emérito, y una agencia de colocación ejecutiva se comunicó con él. En la misiva se le notificaba que había sido nominado a la posición de decano en la Universidad de Oregón en la Escuela de Periodismo y Comunicación.
“Luego de considerado y hablarlo con unos colegas yo apliqué, y tras un proceso estricto y entrevistas múltiples fue elegido como el primer decano latino de la Universidad Oregón”, dijo con orgullo.
Su trabajo en esa casa de estudios superiores comenzó el 1 de julio del 2016, acaba de cumplir cinco años y ya ha sido extendido por un quinquenio más. El primer reto fue haber llegado a una universidad con un legado sumamente amplio, ya que ella es el tercer programa de periodismo más antiguo de los Estados Unidos, después de Columbia y Misuri.
“He tenido que trabajar muy fuerte con la cultura de la escuela para seguir haciendo los cambios necesarios para que nuestras carreras sean relevantes en el momento en el que hay tantos cambios en los medios y en la comunicación debido a la tecnología, modelos económicos financieros y negocios, así como los cambios políticos y sociales, no solo de este país, sino del mundo”.
Para él ha sido una experiencia muy enriquecedora. En la actualidad sigue siendo reclutado por agencias de colocación ejecutiva a nivel en ese país en diferentes posiciones que van desde decano hasta presidente de universidades. Pero confiesa que seguirá donde está, pues siente que todavía tiene objetivos por lograr.
“Me seguiré dedicando a mi trabajo, seguiré aprendiendo y pienso que todavía tengo mucho que ofrecer a esta universidad para crecer tanto profesional como personalmente Recientemente, a finales del año pasado, presenté un plan estratégico de tres años que fue aprobado por profesores y personal administrativo en marzo”, reveló.
A más de 5 mil kilómetros de distancia
Su mayor secreto ha sido la dedicación, el estudio, y el asumir responsabilidades, pero sobre todo no desmayar ante ellas. Juan Carlos no se permite tirar la toalla, pues si algo aprendió tras tantos años de esfuerzo es que los retos son oportunidades que impulsan a seguir mejorando.
“Lo importante es aprender el sistema, la cultura y el idioma y seguirse preparando. Afortunadamente he tenido la oportunidad no solo de seguir en comunicación con mi grupo académico en los Estados Unidos, sino a nivel mundial. Sigo haciendo investigación, escribiendo y soy el codirector ‘Latin American Communication Monitor’. Lo estamos haciendo desde el 2014 en un estudio bianual de 20 países sobre tendencias de la Comunicación Corporativa junto a un equipo excelente de académicos. Así que el secreto es dedicación, entrega honestidad, y trabajo constante”.
Además, es miembro de la junta directiva de tres instituciones profesionales nacionales, un museo de arte y una alianza para la prevención y tratamiento del HIV. Pero para este hombre exitoso que lleva el nombre del Zulia en el pecho a todos los rincones de Oregón hay más retos y añoranzas. Son precisamente esas que tiene a más de 5954 kilómetros de distancia. Y no son más que abrazos y deseos que quedaron pendientes desde años atrás y que necesitan cumplirse.
“El reto mayor es estar lejos de los suyos, familiares, amigos. Cada vez se hace más difícil regresar a Venezuela. La última vez que lo hice fue cuando murió una de mis hermanas, la segunda. Y la verdad es que extraño a mi familia, mis familiares, mis parientes. Extraño todo del país, sus paisajes, sus comidas, y tengo fe que esas cosas cambien y pueda visitar el país como lo hacía antes”, finalizó.